¿Cuéntanos sobre tí, tus estudios, hobbies, tu trabajo?
Bueno, yo crecí entre Bogotá y Montería, aunque toda mi familia es de la Costa Caribe, por azares del destino yo nací en Bogotá hasta que a mi papá lo trasladaron para Montería donde nos fuimos a vivir. Yo llegué a la Costa con ocho años siendo rola pero no tarde mucho en regresar a mis raíces. Mi abuelo materno y la mayoría de mis tíos todos se dedicaban a la ganadería entonces yo siempre pasaba gran parte de mis vacaciones en la finca con los animales y la naturaleza, eran fincas rústicas no había siquiera electricidad, no había televisión, nosotros nos levantábamos temprano a llevar la leche en los burros, nadábamos en represas, montábamos caballo, comíamos el queso y el suero costeño hecho allí. Así recuerdo mi niñez, donde comenzó mi amor por los animales. En 2007, luego de terminar el colegio en Montería regresé a Bogotá a estudiar y en el 2013 me gradué como politóloga de la Universidad del Rosario. Unos días después de recibir mi diploma me fui de Colombia. En 2018 obtuve un master en Economía Política en Bélgica donde vivo actualmente. Sobre mis hobbies, me encantan los deportes náuticos, soy buzo certificada, me encanta hacer kitesurf y wakeboard, deportes extremos que además me gustan porque tradicionalmente las mujeres estaban excluidas. Me encanta escalar, montar bici, hacer caminatas al aire libre y pasar horas en el parque con mi hijo de cuatro patas Luka. Además me gusta bailar, hacer yoga, ver documentales, leer y escribir. Actualmente (aparte de SOS Animales) gerencio proyectos de investigación europeos, es lo que he estado haciendo en Bruselas durante los últimos seis años.
¿Por qué decidiste empezar a trabajar por los animales y qué te llevó a crear SOS Animales Colombia?
Yo siempre he querido mucho a los animales, sin saberlo muy bien estuve muy conectada con ellos. En mi casa siempre tuvimos perros y en la finca crecí viendo gallinas, vacas y caballos. Cuando vivía en El Cairo, de 2013 a 2015 rescaté de la calle unos gaticos recién nacidos, los crie y cuando regresé a Colombia los llevé conmigo. Esa digamos fue la primera acción personal por los animales, sin embargo, no fue sino hasta el 2020 que descubrí está vocación. Empecé a trabajar por la defensa de los animales en Europa con la organización más importante del continente. Sin entender mucho y casi que por casualidad terminé involucrada en temas de gran complejidad que despertaron muchas cosas en mí, cada día aprendía sobre temas nuevos de la mano de científicos y personas con mucha experiencia. Lo primero que me ocurrió fue que dejé de consumir productos de origen animal. Conocer la realidad que viven los animales utilizados para el consumo y todo lo que hay detrás de eso fue muy aterrador. Me volví vegana casi de forma inmediata. Debo decir que la carne roja ya la había dejado años atrás por el impacto que tiene en el medio ambiente pero no era radical, de vez en cuando la consumía. En conclusión, todo fue un proceso, pasar de ser una persona a la que le gustaban el rejoneo y los perros de raza, como muchos pensaba que las ratas y las palomas eran plagas y por supuesto que los animales eran comida. Todos esos mitos se fueron desvaneciendo, me convertí en una persona más reflexiva y empática hasta el punto que cuando llueve aquí en Bruselas me pongo a mover a los caracoles del medio para que nadie camine sobre ellos, en el verano pongo agua para los pájaros, he rescatado muchos animales incluidos animales de consumo, un toro, una vaca, pájaros y por supuesto perros y gatos.
Obviamente mis acciones personales no son suficientes, y por eso decidí crear SOS Animales Colombia. El proyecto empezó como un piloto, yo quería aplicar lo aprendido en Europa y crear una especie de coalición. Me puse a la tarea de contactar a todas aquellas personas y organizaciones que pensaba eran muy activas y lideres en el tema animal. Sentía mucha pasión por lo que hacía acá, pero faltaba la conexión con mi país, además eso contrastado con la terrible situación de los animales en Colombia hicieron que este proyecto tuviera mucho sentido. No existe un proyecto así de ambicioso que tenga en cuenta y de forma estructurada trabaje por todas las especies y que además tenga sede en Colombia y en el exterior, un equipo multidisciplinar y sea completamente bilingüe.
¿Cómo va el proyecto, cuáles es la meta y qué proyectos tienen?
El proyecto va muy bien, quisiera ir más rápido sobre todo cuando pienso en todos los animales que ahora mismo están sufriendo, pero hay que tener paciencia, estamos construyendo las bases del proyecto, creando nuestra comunidad, dándonos a conocer. Al principio nos estrellamos al darnos cuenta que el movimiento animalista en Colombia está profundamente dividido y las divisiones son irreconcilables entonces la idea inicial de SOS de crear una coalición por todos los animales no funcionó. Pese a ello, la meta no cambió y el entusiasmo menos, todo lo contrario. Este proyecto es hermoso y lo mejor de todo es autentico. Detrás de SOS Animales no hay industria, no hay políticos, no hay egos ni protagonismos, nada de eso. Es un proyecto honesto y queremos incluir, apoyar, unirnos a todos y a todas aquellas personas que tengan la genuina intención de trabajar para que se acabe la explotación animal y se dignifique la vida de los animales. Actualmente tenemos muchos proyectos y una cantidad de alianzas internacionales que estamos consolidando. Cada área temática persigue objetivos concretos y la idea es beneficiar a todas las especies sin excepción y desde Europa general apoyos para la causa. La idea final es generar un cambio en Colombia para el bien de todos, los animales, pero también las personas pues no existe nada que queramos lograr que no tenga beneficios para la sociedad.
¿Cuáles son los temas qué más te apasionan dentro del mundo de la defensa animal?
Todos los temas son importantes porque cada animal importa, independientemente de su valor ecosistémico para mí son vidas. Yo me pongo siempre en el lugar de los animales y me pregunto qué sentirán, que pensarán. Es cierto que hay situaciones de explotación que me generan más repudio que otras y por eso todo lo que tiene que ver con animales utilizados para el consumo me interesa mucho. Por números, los animales más explotados son los animales que comemos, estamos hablando de billones y si pensamos en los peces son trillones. El trato que se les da dentro de la industria es terrible, el simple hecho de que un animal tenga una expectativa de vida de 20 años y se la reduzcamos a dos o tres es algo ya muy duro de entender. Lo peor de todo es la agricultura animal intensiva y digamos que en eso Colombia no está tan mal porque nuestra ganadería es extensiva. Pero Colombia no es un paraíso, el sacrificio ilegal de animales bajo estándares no permitidos de bienestar es algo preocupante y el aumento de la exportación de ganado en pie también es algo que debemos frenar a toda costa. Ahora si vemos por ejemplo la situación de los animales de compañía en condición de calle o en las zonas rurales de Colombia, por ejemplo, en la Costa Caribe es un desastre y claro uno llega a la casa y ve a su perrito o a su gatico y se acuerda de una vez que hay luchar por ellos. Mejor dicho, en Colombia por donde lo miremos hay mucho por hacer y aunque las cosas parecen mejorar lo cierto es que nuestro país está muy atrasado en cuanto a la protección de los animales y las leyes no están sirviendo. A mi me apasiona la política porque, soy politóloga entonces lo que tiene que ver con cambios legislativos y de políticas públicas me interesa mucho y eso se ve relejado en lo que hacemos en SOS Animales.
¿Cuál es tu mensaje para las personas que leen esta entrevista y cómo podrían apoyar a SOS Animales Colombia?
Primero que todo quiero agradecer a quienes se han tomado el tiempo de leer esta entrevista y me gustaría invitarlos e invitarlas a que se unan al cambio de paradigma. Cambiar nuestra forma de pensar y nuestros hábitos es difícil y claro dependiendo de la edad la dificultad varía, pero yo creo que por ejemplo el cambio climático y la extinción acelerada de miles de especies son una muestra más que contundente de que el cambio es necesario. Hay que informarse y asumir responsabilidades. Yo por ejemplo me encuentro lejos de mi hogar y de mi familia y muchos piensan que soy privilegiada, pero en el fondo no es tan así. Se necesita mucho esfuerzo para salir de la zona de confort y enfrentarse a cosas nuevas. Lo interesante es que una vez empiezas es como si nuevos mundos se abrieran, yo todos los días cambio algo de mis viejos hábitos. Uno de los últimos fue dejar el chocolate, desde que leí sobre la huella de carbono del cacao lo saqué del mercado, y parecerá tonto, pero estoy en Bélgica, aquí dejar de consumir chocolate es una gran revolución. Son cosas que no sabía y a medida que voy aprendiendo hago cambios así sea por precaución. Alvin Toffler fue un futurista, escritor de Estados Unidos que dijo “Los analfabetos del siglo XXI no serán los que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender” y en esto consiste todo el tema de los animales y del medio ambiente. Antes los animales eran vistos exclusivamente para uso del humano, para comida, entretenimiento, reguladores de ecosistemas para nosotros, compañía, etc. Yo creo que eso está cambiando. La investigación, la observación científica, los avances jurídicos han ayudado a entender a los animales como seres con intereses propios, derechos, sintiencia y con una capacidad asombrosa de relacionarse. Comerlos y explotarlos se justifica cada vez menos en las sociedades progresistas.
Mi invitación es entonces a que sean valientes a que se animen a leer, informarse y comprometerse con cambios concretos. Yo creo que toda esta crisis climática pero también social, altos índices de suicidio entre jóvenes, feminicidios que no disminuyen es en parte por la indiferencia y la apatía de las personas frente a temas tan importantes como los derechos humanos, el cambio climático y por supuesto los animales. Este es un compromiso común, no podemos seguir ignorando la realidad y esperando a que otro haga algo.
Ahora, ¿Cómo pueden apoyar al proyecto? Sigan a SOS Animales en redes, lean nuestros artículos, entérense de lo que pasa con los animales y el medio ambiente y corran la voz sobre lo que hacemos, eso es suficiente por el momento
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