¿Cómo llegaste al mundo del activismo por los animales ? ¿Hubo algo particular en tu vida que te hizo tomar la decisión de dedicar tu vida a los animales?
El día 4 de mayo de 1998 vi en la televisión portuguesa un debate sobre derechos de los animales en un momento en que eso era un tema inexistente en la sociedad portuguesa, fue un debate organizado por una periodista animalista de entonces y los dos primeros minutos yo me puse a ver el programa porque a mis 17 años en ese momento, yo me creía un amante de los animales y me llamó mucho la atención porque yo no sabía bien siquiera de qué iban a hablar pero si era de animales me parecía interesante, entonces lo escuché. Antes que empezara hubo unos dos minutos de videos de PETA con imágenes de mataderos y de tantas otras cosas que yo nunca había visto, nunca había pensado, nunca había tenido en cuenta todo lo que pasaba con los animales que yo pensaba que quería tanto ¿no? Eso me generó un shock muy profundo, tuve una crisis de conciencia inmediata porque ahí mismo me di cuenta de que había llevado 17 años de mi vida comiendo animales y participando en su explotación y maltrato sin alguna vez haberlo pensado o considerado de ninguna manera. Terminé de escuchar ese debate y pensé en ese momento que tenía que dedicar mi vida a los animales, en ese momento no había casi trabajo de protección animal hecho en Portugal, era todo muy superficial y con un enfoque casi exclusivo de la protección de perros y gatos, y también eso estaba muy mal hecho, entonces yo pensé que tenía que hacer algo para cambiar eso y ahí empecé, fue algo que cambió completamente mi vida y ahí empecé a hacer mucho trabajo de protección animal, 18 años tenía en ese momento, cuando terminé el trabajo que hice en Portugal. En ese campo tenía 30, entonces dediqué 12 años de mi vida a crear un movimiento de derechos de los animales en Portugal que tuvo un impacto internacional muy fuerte y trabajé con las organizaciones de protección animal, más grandes de Europa y del mundo, entonces aprendí mucho, vi muchas cosas, pensé muchas cosas, cometí muchos errores, aprendí de ellos y bueno, fue un proceso interesante porque se inventó algo que no existía en Portugal en ese entonces. Y claro, España, Italia, mejor dicho, los países pobres del sur de Europa, estaban todos básicamente en la misma etapa, todos pasaban por lo mismo y claro, precisamente eran los que más maltrataban a sus animales, desde luego Portugal y España aún más que Italia y Grecia. Fue un proceso largo.
¿Por qué decidiste crear un santuario y por qué en Colombia?
Cuando la pandemia estaba empezando, Nani y yo decidimos que saldríamos todos los días y conseguimos un permiso especial de la Alcaldía de La Calera, llevábamos seis meses en La Calera, saldríamos todos los días para alimentar a los perros y gatos de calle que no tenían absolutamente nada que comer porque obviamente todo estaba encerrado por la pandemia. El plan no era más que ese, pero lo que terminó sucediendo es que siempre que salíamos veíamos a los perros y a los gatos, pero también veíamos a muchos animales amarrados en las orillas de las carreteras veredales esperando a los camiones del matadero que estaban retrasados por la pandemia, eso nunca se había visto en los seis meses que llevábamos acá de una manera tan explícita como en ese momento y obviamente siendo veganos y animalistas desde hace tanto tiempo, y con el trabajo que yo había hecho en Portugal, no podíamos apenas salir para brindar auxilio a unos e ignorar la situación de otros, entonces creamos un plan concreto para crear un santuario. Eso fue lo que terminó sucediendo porque empezamos por rescatar una oveja, después un ternero, después otro ternero, después otro ternero, ahí toda la realidad de la industria láctea se nos mostró de la manera más dramática posible porque ya dejaba de ser información de panfleto y pasó a ser algo que podíamos ver ahí mismo con las víctimas ahí delante de nosotros y entonces empezamos obviamente a ayudar a unos y otros y otros y otros.. Rápidamente nos dimos cuenta la dimensión de eso en la región en que estamos y pues ahí se fue formando lo que vino a ser un santuario, que no fue el plan pensado en esos términos desde el inicio, pero terminó siendo una necesidad de responder a ese drama de esa manera. De repente lo que estábamos creando ya era un santuario y lo hicimos precisamente para crear una respuesta más estructurada a tantos dramas de tantos animales que fuimos viendo por el camino y por eso aquí llegamos.
Cuéntanos más del santuario, ¿Cuántos animales tienes?, ¿De qué especies? y ¿Qué actividades están desarrollando?
En el santuario tenemos bovinos, ovinos, caprinos, porcinos, equinos, obviamente perros, gatos, conejos y aves de diferentes especies. Son más de 150 animales de especies grandes, bastante más dígase entre cerdos, cabras, ovejas, caballos, mulas, burros, vacas, toros y terneros. Tenemos más de 300 animales, el número es fluido porque si se muere una gallina viejita igual de repente llegan dos patos, en fin, es un número que no es fijo en el sentido en que estamos siempre muy atentos a la necesidad que tantos animales tienen de recibir protección y refugio, entonces no es un número estático porque en una población tan grande de animales pues algunas fatalidades van ocurriendo por el orden natural de las cosas, pero también van entrando más animales que necesitan ayuda, entonces en cualquier momento tenemos siempre más de 300 animales.
No nos dedicamos apenas a su protección en este espacio en términos cerrados, la idea es seguir brindando esta oportunidad a otros animales, seguir viendo cómo podemos crear más infraestructura para ayudar más animales, expandiendo una red de santuarios para responder a tantos dramas y al mismo tiempo también hace parte del plan crear soluciones para los animales más allá de las puertas y de los muros del santuario. Desde luego programas de cierre de unidades agropecuarias, apoyo con jubilación de los animales y apoyo a la creación de actividades productivas alternativas, buscar soluciones para animales de otras especies incluso, especies silvestres, como es el problema de los hipopótamos en Colombia, viendo cómo crear un santuario para protegerlos, como es el problema de los toros de lidia en Colombia, por si se llega a presentar un escenario de prohibición no dejandolos a su suerte, como es el tema de los equinos afectados por la prohibición de los vehículos de tracción animal en Colombia, que no terminen de la peor forma, como es el tema de buscar articulaciones con universidades colombianas para incentivar el fin del uso de animales en clases y en la formación de médicos, veterinarios, biólogos, y antes incentivar la práctica de clases en santuarios y refugios con beneficio para animales, para los estudiantes, para las universidades, pero de manera no invasiva.
Estamos ahora empezando a monitorear también el tema de los zoológicos para buscar también entender cuál es la situación de los animales en los zoológicos de Colombia y cómo responder a los desafíos que se presentan también en ese sentido. Entonces no queremos ser apenas un santuario que ayuda apenas a 300 animales o 200 o 400 y ahí queda, no porque eso no tenga valor porque obviamente lo tiene, sino porque no es suficiente, los animales necesitan mucho más que eso, entonces nuestra misión en Namigni es seguir generando cambios y seguir creando soluciones para responder a todos estos problemas que se presentan.
¿Cómo ves la situación para los animales en Colombia en comparación a Portugal?
La situación de Colombia comparada con Portugal en lo que se refiere a la protección de los animales es muy curiosa. En ciertos sentidos, en teoría, Colombia está incluso más desarrollada que Portugal o que España en el campo de la protección animal, por ejemplo, no hay hoy en Colombia circos con animales, en Portugal todavía hay circos con animales. Sin embargo, Colombia no tiene casi infraestructura de protección animal, tiene miles y miles de fundaciones pero no hay siquiera un buen refugio para perros y gatos que funcione como refugio como tal bien estructurado, bien organizado, que haga un trabajo bien ejecutado de protección de esos animales, en Portugal sí lo hay, de hecho hay diferentes espacios así.
Acá hay algunos santuarios de animales de granja, pero no hay estructuras ni trabajo organizado en el sentido de generar más soluciones para la protección de animales de granja en el país, hay como una desconexión.
En lo que se refiere a la protección de animales silvestres no hay prácticamente nada, en ese sentido Portugal está mucho mejor equipado, sin embargo, digamos que hay aspectos en que un país está más avanzado que el otro. Los dos sufren de un mal que es la herencia de la cultura latina, de hecho importada de Portugal y España tristemente, y claro, en Europa lamentablemente los países de culturas latinas son exactamente los que tienen la peor historia de maltrato animal, hasta en Francia se ve, en el sur de Francia que es más latino y se ve más maltrato sin comparación que en el norte. Colombia y Portugal comparten esa triste hoja de vida, pero hay señales muy positivas de lo que se puede esperar que Colombia pueda llegar a ser en este campo, de la misma manera que Portugal cambió radicalmente el país que yo conocí cuando empecé como activista por los derechos de los animales, en 1998 era un país totalmente distinto del país que es hoy y mucho de lo que se hizo, de lo que yo hice, tuvo efectos tremendamente importantes así no fueran inmediatos.
Así es el sentido de la historia, los cambios nunca son inmediatos, pero si se construyen se sienten, se ven y terminan teniendo resultados que afectan positivamente a los que deben ser beneficiados por esos cambios, así será en Colombia. De parte de nosotros pues haremos todo lo que podamos para que esa termine siendo la realidad.
¿Crees que las cosas están mejorando para los animales en Colombia?, ¿Cómo ves el panorama?, ¿Cuáles son los desafíos más complejos que observas?
Yo creo que la situación de los animales en Colombia está mejorando de una manera principalmente en la conciencia de la población y eso es muy positivo porque en últimas ese es el factor más decisivo que puede detonar todos los otros cambios que hacen falta.
Hace falta pensamiento estratégico, hace falta acción práctica en tantos sentidos, hace mucha falta la disponibilidad de recursos para iniciativas de protección animal, absolutamente todo eso hace mucha falta, todo eso está muy atrazado, muy demorado, muy limitado, pero la conciencia existe y eso es muy importante y muy positivo. Entonces yo creo que si la conciencia existe y si se hace importante trabajo de protección animal con iniciativas como las que desarrolla SOS Animales Colombia, Namigni, la Fundación FUPAAL, otros grupos, entonces esos cambios si van a suceder, si van a llegar, si van a tener efectos por difícil que sea generarlos, por demorado que sea verlos llegar a ser una realidad, pero si van ocurriendo y si van a ocurrir.
¿Cuál es tu mensaje para las personas del común? Que tienen un trabajo, hijos y una vida convencional, pero que quieren crear un impacto en la vida de los animales.
El mensaje para la persona del común que tiene su vida, que tiene sus ocupaciones familiares, profesionales y otras, es muy sencillo: nadie es un héroe, nadie tiene que serlo, de nadie se espera eso, hay muchos pequeños gestos, tan sencillos y tan importantes que cambian todo. Desde luego elegir el veganismo, el veganismo es absolutamente fundamental porque el veganismo es no comer productos de sufrimiento, de explotación, no usar piel, cuero, pelo de animales producto de sufrimiento y explotación, no participar o asistir a eventos de tortura, maltrato, abuso, explotación de animales y pues declararse uno un individuo que se mantiene alejado de cualquier contexto de uso o abuso de animales. Ese gesto tan sencillo es tan fundamental y cambia todo, es el paso más fundamental que cualquiera de nosotros puede dar para realmente ayudar y respetar a los animales. Más allá de eso, hay muchas otras pequeñas cosas que se pueden hacer, desde luego en el ejercicio de la ciudadanía activa exigiendo a las entidades que hagan cumplir la ley de protección animal, que aprueben mejores leyes, que aprueben leyes consecuentes que protegen los animales totalmente y no apenas de forma parcial o superficial, invitando a las demás personas que conocemos a pensar sobre estos temas, conocerlos, a reflexionar sobre ellos, apoyando santuarios o refugios, proyectos de esterilización, de rescate, de vacunación de animales, dedicados a brindar abrigo, respeto y protección a animales de todas las especies no solo las populares, esos gestos pueden generar cambios fundamentales.
Las sociedades humanas cambian a través de la acción y del pensamiento de los individuos, no a través de las decisiones de los políticos, de los gobernantes, de los legisladores, ellos siempre vienen detrás, ellos siempre terminan reflejando lo que la sociedad piensa, entonces cada individuo puede cambiar el destino de los animales de forma total y fundamental a través de todos estos pequeños gestos que cambian completamente la vida de los animales individualmente y globalmente. No hay que cambiar la vida de uno para hacer nada de esto, son cosas muy sencillas que se pueden fácilmente integrar en la rutina del día a día de cualquier persona.
¿Deseas apoyar al Santuario Namigni? Síguelos en sus redes sociales, allí podrás conocer más sobre su trabajo y apoyar su labor por los animales.
Disfruta la galería de fotos
Aún no hay comentarios, ¡agrega el tuyo a continuación!